Cada 25 de enero, la Iglesia Católica celebra el milagro de la conversión de San Pablo, Apóstol del Señor, a quien también llamamos “apóstol de los gentiles” o “apóstol de las naciones” porque recibió directamente de Cristo resucitado la misión de anunciar el Evangelio a todas las naciones.
Cada 24 de enero la Iglesia Católica celebra a San Francisco de Sales, obispo de Ginebra (Suiza) y Doctor de la Iglesia Universal; conocido como “El santo de la amabilidad” porque fue precisamente alguien que, según se cuenta, entre sus fragilidades contaba con un mal carácter.
El Papa Francisco siempre ha sido claro y enfático al denunciar la maldad del aborto. En estas 11 declaraciones públicas el Santo Padre deja en claro su postura de defensa de la vida desde la concepción.
Cada 23 de enero, la Iglesia Católica celebra la memoria de San Ildefonso, obispo, quien desarrolló una extraordinaria labor catequética en tiempos de la España visigoda (siglo VII), especialmente, en torno a dos temas trascendentales de la teología cristiana: la defensa de la virginidad de María y el sentido auténtico del sacramento del bautismo.
"Dios no abandona a ninguno; quien a Él recurre con el corazón limpio del pecado y con la oración bien hecha, obtendrá todo lo que necesite", decía San Juan Bosco, cuya fiesta se celebra este 31 de enero.
Cada 22 de enero, la Iglesia recuerda a Laura del Carmen Vicuña Pino (1891-1904), más conocida como la Beata Laura Vicuña, a quien celebramos por la belleza ejemplar de su vida y la manera como alcanzó la santidad.
“La verdadera y sólida devoción consiste en una voluntad constante, resuelta, pronta y activa de ejecutar lo que se conoce ser del agrado de Dios”, decía San Francisco de Sales, Patrono de la prensa católica, Doctor de la Iglesia y conocido como el Santo de la amabilidad.
Cada 21 de enero, la Iglesia Católica celebra a Santa Inés de Roma, patrona de las mujeres jóvenes, las novias y las prometidas en matrimonio; así como de los jardineros y de quienes aspiran a vivir la virtud de la pureza.
Este tercer lunes de enero es considerado como el “Blue Monday”, el día más triste del año. En este contexto, les compartimos el testimonio de algunos santos que padecieron de depresión y lo que hicieron para salir de él aferrados al amor de Dios.
Cada 20 de enero se celebra la fiesta de San Sebastián, mártir, patrono de la arquería, de los soldados y los atletas.
Como todos los años, el 19 de enero damos inicio a la Novena dedicada a Santo Tomás de Aquino, doctor de la Iglesia.
Cada 19 de enero celebramos a San José Sebastián Pelczar (1842-1924), cofundador, junto a la Hermana Ludwika Szczęsna, de las Hermanas Siervas del Sagrado Corazón de Jesús de Cracovia. Pelczar se desempeñó en distintos cargos eclesiales con la misma nobleza y ardor pastoral. Fue obispo de Przemyśl (Polonia).
Cada 18 de enero la Iglesia Católica celebra a Santa Margarita de Hungría, religiosa dominica a quien Pio XII llamó “mediadora de la tranquilidad y la paz”.
Cada 17 de enero se celebra la fiesta de San Antonio Abad, ilustre padre de los monjes cristianos y modelo de espiritualidad ascética.
Cada 16 de enero celebramos a San Marcelo Papa, quien ocupa el puesto número 30 en la lista de los Pontífices que han gobernado la Iglesia Católica.
Cada 15 de enero la Iglesia recuerda a San Pablo el Ermitaño, conocido también como ‘Pablo de Tebas’ o ‘Pablo el Egipcio’. Este santo forma parte de los denominados ‘Padres del desierto’ o ‘Padres del yermo’.
Cada 14 de enero, la Iglesia Católica recuerda a San Félix de Nola, presbítero romano que padeció las persecuciones de los emperadores Decio y Valeriano, lo que le valió ser venerado en calidad de ‘confesor de la fe’ y ‘mártir’, aunque no murió de manera violenta.
Cada 13 de enero, la Iglesia Católica celebra a San Hilario de Poitiers, obispo, Padre y Doctor de la Iglesia nacido en tierras galas. Hilario vivió en el siglo V, en el que jugó un papel muy importante en la lucha contra las herejías de su tiempo.
Cada 12 de enero celebramos a Santa Margarita Bourgeoys, religiosa francesa del siglo XVII que trabajó como misionera y maestra en Norteamérica. Fue la fundadora de la Congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de Montréal, comunidad que prestó ayuda a los colonos europeos que llegaban a Canadá en medio de las más difíciles circunstancias.
Con el Bautismo del Señor concluye el Tiempo de Navidad. La Iglesia nos invita a contemplar nuevamente a Jesús, pero en una segunda “epifanía” (manifestación) de sí mismo: como Segunda Persona de la Santísima Trinidad.