Es posible que el New York Times haya tropezado accidentalmente con la verdad sobre la santidad de la vida esta semana. La lógica es inconfundible: La ciudadanía es un derecho humano. Sólo los humanos pueden poseer ciudadanía. Por lo tanto, si uno posee la ciudadanía, es un ser humano.
Un encuentro fuerte con Jesús llevó a Kevin Reilly a dejar la vida de camarero en un bar y aceptar el llamado al sacerdocio. Desde los 14 años se dedica a revivir la fe de una parroquia en Estados Unidos.
Donald Trump, presidente de Estados Unidos, firmó una orden ejecutiva que se presenta como una “defensa de las mujeres del extremismo de la ideología de género”, y que según la Casa Blanca restaura “la verdad biológica al gobierno federal”.
Durante sus nueve años de mandato como primer ministro canadiense, Justin Trudeau ha defendido causas que contradicen directamente las enseñanzas católicas fundamentales con respecto a la vida humana y ha emprendido otras acciones que han perjudicado a la Iglesia local.
¿Qué deben pensar los católicos del poderoso magnate tecnológico Elon Musk y su alianza con Donald Trump? ¿En qué medida sus valores y prioridades coinciden con las enseñanzas de la Iglesia?
A algunos les sorprenderá saber que la labor religiosa lleva a una mayor realización personal, pero las cifras revelan que en Estados Unidos el trabajo religioso provoca una mayor sensación de satisfacción que cualquier otra profesión.
Kristen Day, directora ejecutiva de Democrats for Life of America (Demócratas por la Vida de Estados Unidos), criticó la presencia de la “autocaravana del aborto” de Planned Parenthood, que ofrece abortos, vasectomías y anticonceptivos de emergencia gratis a las afueras de la Convención Nacional Demócrata.
En su oración en la noche de apertura de la Convención Nacional Demócrata el lunes, el Arzobispo de Chicago, Cardenal Blase Cupich, lamentó las “injusticias actuales en nuestra vida nacional” al tiempo que llamó a la unidad de Estados Unidos.
COMENTARIO: ¿Se presentará la plataforma de Kamala Harris como un movimiento hacia el centro o como un llamado a la base progresista?
Sin duda, el autor pretendía evocar imágenes de monjes encapuchados corriendo por túneles subterráneos iluminados con antorchas, como en El Código Da Vinci. Este antiguo bulo anticatólico —que los católicos son una secta secreta empeñada en dominar el mundo— se esgrimió para desacreditar a Roberts