Durante siglos, los cristianos han atribuido una fecha del siglo I al Sudario de Turín. El ingeniero nuclear Robert Rucker dice que su última investigación sobre el sudario lo verifica.
Desde un lugar no revelado en el sudeste asiático por miedo a un gobierno ateo, el intrépido P. Federico Highton dedica su vida a anunciar el Evangelio a todas las personas, especialmente a aquellas que viven en lugares donde la fe ha desaparecido o nunca ha llegado.