Autor: Bosco (El)
Museo: Museo BB.AA.Gante
Caract: Oleo sobre tabla 77 x 59 cm.
Estilo: Pintura Flamenca
La vida contemplativa y el retiro de los hombres al bosque para convertirse en ermitaños fue una práctica muy extendida en la Edad Media y que el Bosco exalta todavía como modelo ya en el siglo XVI. Esta escena recuerda en su composición e intención al San Juan Bautista meditando. San Jerónimo fue el santo que siendo cardenal, abandonó la pompa de la Iglesia para huir al monte y rezar a Dios. Así, junto al cuerpo delgado y maltratado del cardenal vemos su ropas rojas abandonadas, en similitud con la calabaza roja, hueca, podrida, que flota en las aguas putrefactas de un estanque. Es un símbolo de la vanidad del mundo. El santo está tendido de bruces, con un crucifijo entre los brazos. Le acompaña el león, su atributo, pero reducido al aspecto de un tímido gatito doméstico que bebe agua. Algunas formas fantásticas, misteriosas, rodean el lugar de meditación del santo, invenciones maléficas que tratan de distraer la atención del orante. En el árbol donde San Jerónimo ha dejado sus ropas, dos pájaros simbolizan respectivamente la herejía (la lechuza) y la lucha contra la herejía (el pájaro carpintero).