Aparecida 2007
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe
del 13 al 31 de mayo del 2007 · Aparecida - Brasil
Visita del Papa
del 9 al 13 de mayo del 2007
Entrevista realizada por ACI Prensa
26 de abril del 2007
ACI Prensa: ¿Qué aspectos del Magisterio de la Iglesia cree usted que se han distorsionado en América Latina?
Card. Medina Estévez: La situación en distintos lugares de América Latina no es igual. Hay situaciones diferentes, tanto en lo cultural, tanto como en lo socioeconómico como en lo político, como por ejemplo el tema de la familia. La familia fundada, como el Santo Padre lo ha repetido tantas veces, en la unión de un hombre con la mujer para toda la vida: esa la base de toda la sociedad.
La familia se encuentra bastante amenazada en América Latina sea por la existencia de leyes de divorcio, sea por costumbres culturales, reñidas con la moral cristiana, como por ejemplo la convivencia de personas sin casarse y adquirir la responsabilidad correspondiente y la presión para que los estados legislen reconociendo en alguna forma este tipo de uniones, hasta las uniones de personas del mismo sexo.
Hay otros problemas que recorre América Latina y que son importantes, como por ejemplo la falta o la debilidad de una catequesis profunda acerca del sentido de la vida que la Conferencia de Aparecida quiere enfocar desde es el punto de vista de discípulos de Jesucristo para tener vida en Él, para tener vida cristiana.
Naturalmente existe una vida cultural, existe una vida social, existe una vida de tipo biológico y todo eso no puede dejar de interesarle a la Iglesia. Pero todo eso finaliza para la visión cristiana en la vida en Cristo, la vida en la fe y la vida en la praxis sacramental que nos va conduciendo hacia la santidad. Y hay un desafío también en la situación socio económica de muchos de nuestros pueblos con características distintas. Noto falta de un apoyo a la elevación del nivel cultural, un analfabetismo en algunos lugares bastante pronunciado y también el problema de obtener una situación económica que sea correspondiente a la necesidad y a la dignidad de cada persona.
Ahora, en este punto hay una realidad que no corresponde con los postulados de la Doctrina Social de la Iglesia y la Iglesia tiene que decir que lógicamente esperamos que los bienes que Dios destinó para todos los hombres lleguen de una forma equitativa a todos los hombres. Sin embargo, la Iglesia no tiene una política, no tiene un esquema propio como estrategia económica para llegar a esa finalidad. Esas estrategias quedan entregadas a las personas competentes: empresarios, economistas, políticos, etc., que verán la manera de obtener un resultado apreciable, interesante, salvaguardando las libertades de las personas y los derechos de las personas.
Esperamos que en alguna forma la conciencia en América Latina sea cada vez más viva en cuanto a las necesidades de la porción de la población más desposeída y especialmente los países donde los índices de pobreza extremadamente aguda son mayores en unos países más que en otros.
ACI Prensa:¿Cuáles cree usted que son los aspectos prioritarios que se debe profundizar en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y el Caribe?
Card. Medina Estévez: Lo prioritario para una Conferencia de obispos es lo que toca a la fe, porque es a partir de la fe como se pueden cambiar las actitudes, las situaciones de las personas. Las situaciones de las personas no se cambian por medios coercitivos externos que pueden dar un resultado relativamente apreciable en el corto plazo pero suponen una conversión del corazón mirando hacia Dios, mirando lo que Dios me pide a mí en este mundo y mirando lo que el Señor me enseña sobre cuál es mi destino definitivo, sin olvidar que el destino definitivo en el Reino de los Cielos se prepara con una vida laboriosa, empeñosa, responsable, en las responsabilidades temporales que cada uno de nosotros tiene en este mundo.
ACI Prensa: Usted no podrá participar en la V Conferencia pero ¿Qué resultados esperaría? ¿Cuáles son los temas que usted valoraría como importantes?
Card. Medina Estévez: Yo creo que el programa de la Iglesia está dado desde hace muchos siglos y no hay mucho qué cambiar y hay algunas cosas que se pueden clarificar o subrayar.
Yo pienso que es necesario un énfasis muy grande en la catequesis apoyándose sea en el catecismo de la Iglesia Católica, sea en la versión abreviada, en el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, que son instrumentos pastorales de primera calidad. Enseguida, me parece a mí, habría que preocuparse del tema de las vocaciones al sacerdocio, que depende en parte de la estructura familiar. Si la estructura familiar no es sana, es mucho más difícil que nazcan vocaciones sacerdotales.
Ahora, si en una cultura –como en muchos lugares existen– se hace caso omiso o se hace incluso burla de la virtud de la castidad, de la virtud de la pureza, también eso influye en las vocaciones porque una condición para la vocación sacerdotal o religiosa, es una vida casta como lo es también para la vida en el matrimonio, ¿verdad?
Son dos maneras diferentes de vivir la castidad, pero al casarse un cristiano, en el matrimonio debe ser también casto. Pero el tema de la castidad está presente porque sin hacer castidad no puede haber verdadero amor ni verdadera caridad.
ACI Prensa: Usted fue Secretario de la Conferencia General del Episcopado Latinoamericano que se realizó en Santo Domingo en 1992, ¿qué distingue a esta Conferencia de la anterior?
Card. Medina Estévez: En primer lugar la cadencia de las conferencias generales ha sido más o menos diez años, diez años fue lo que hubo entre Río de Janeiro y después Medellín. Después entre Medellín y Puebla y Santo Domingo y ahora Aparecida.
Ahora los motivos directos lo dan los 50 años de la creación del CELAM, que no es una conferencia episcopal sino un comité, una secretaría, un servicio para prestar a los obispos de América Latina instrumentos que los ayudan en su misión pastoral.
La Conferencia de Aparecida no es una conferencia del CELAM, hay que entenderlo bien, es una conferencia del Episcopado latinoamericano. El CELAM es una institución permanente cuya sede está en Bogotá y allí se hace un servicio, digamos, día a día, en cuanto a la pastoral de nuestro continente.
Ésta es otra cosa diferente, el Episcopado latinoamericano es quien se reúne en Aparecida para echar un vistazo a la situación de la Iglesia en el mundo, un vistazo que se da no de estadísticas únicamente sino de estadísticas vistas a la luz de la fe, porque la fe demanda el punto de vista justo sobre la realidad, no son las realidades las que condicionan a la fe sino que es la fe la que condiciona la realidad.
ACI Prensa: Benedicto XVI viene por primera vez a América Latina, ¿qué podemos esperar de esta visita?, ¿Qué significa que el Papa venga por primera vez a América Latina?
Card. Medina Estévez: El estilo de ejercitar la responsabilidad pontificia, a partir del Papa Pablo VI y después de una forma muy fuerte con el Papa Juan Pablo II, ha sido que estas visitas tienen, ante todo, un carácter pastoral.
El Papa viene para confirmar la fe de sus hermanos. Como lo dijo Jesús a San Pedro: es la misma responsabilidad que recibió San Pedro la que hoy día se expresa en forma distinta. Porque hoy en día venir de Europa a América toma pocas horas de vuelo cómodo y sin mayores riesgos, lo que me parece un acto muy significativo porque un pastor está siempre cerca de su rebaño y tan cerca que bueno, a través de la radio, de la televisión, a través de los escritos... pero la presencia física de la persona tiene una importancia y una relevancia muy particular.
Ahora el Papa, que es el Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro, que tiene una responsabilidad con respecto de las demás iglesias que existen en el mundo, cumple su tarea viniendo a visitar y a confirmar en la fe en primer lugar a sus hermanos los obispos de cada diócesis y en segundo lugar también a los fieles cristianos que ven en el sucesor de San Pedro una garantía de la unidad en la fe.
ACI Prensa:¿Cuáles son las líneas generales del Pontificado de Benedicto XVI en relación a América Latina?
Card. Medina Estévez: Es difícil de señalar unas prioridades en este tiempo, pero pienso que el Papa ha recalcado mucho temas relacionados con la fe católica.
La fe católica es lo relevante en la Iglesia, en la Santa Escritura se repite tres veces la expresión “El justo vive de la fe”, por lo tanto la fe es la roca sobre la que se construye toda comunidad cristiana, sea la local o la universal.
Ahora el futuro de la Iglesia, a mi juicio, se cifra en la vida local, en la vida de la parroquia, en la vida del movimiento, en la vida de las capillas locales, en la vida de las diócesis. Eso es más importante, más permanente, más relevante que las de orden internacional, que existen y que tienen alguna utilidad sin duda, pero en las cuales, a mi juicio, no se juega el futuro de la fe cristiana.
Sin duda que el Papa tiene una cercanía con América Latina y eso se ve en el hecho de que él habla muy bien el castellano, lo comprende perfectamente, lo que hace que su contacto con los obispos, con los fieles, sea un contacto muy directo porque él nos va a hablar en la lengua que nosotros recibimos de nuestros mayores –dejo a un lado en cierto sentido el punto de Brasil– pero usted sabe que el portugués y el castellano son lenguas bastantes similares. De manera que cuando uno oye hablar portugués desde lengua castellana, uno lo entiende y viceversa, si se habla no demasiado rápido.
El Papa ciertamente en Aparecida hablará en castellano y hablará también en portugués. Me imagino que alguna parte la dirá también en inglés porque hay diócesis ubicadas en el Caribe que son de lengua inglesa.
ACI Prensa: La liturgia es un tema para algunos clave en el Pontificado del Papa Benedicto XVI, ¿debe la liturgia adaptarse a las culturas?
Card. Medina Estévez: La Santa Sede hace tiempo publicó un documento trazando las líneas matrices de dónde puede llegar una inculturación y dónde no puede llegar. Naturalmente la liturgia tiene un núcleo establecido por el mismo Jesucristo nuestro Señor que no puede cambiar, pero hay campo para diversas adaptaciones según las situaciones concretas que deben ser analizadas, en primer lugar, por los obispos de cada lugar; y en segundo lugar, por la Santa Sede, que debe ratificar las proposiciones que los obispos hagan en la materia.
El Papa acaba de hablar, en la Exhortación Post Sinodal Sacramento de la Caridad sobre la Eucaristía, de algunas posibles adaptaciones. Ahora serán los obispos de cada lugar los que vean qué es lo que se puede adaptar y qué es lo que no se puede adaptar.
Ahora, pienso que la primera gran adaptación se hizo a raíz del Concilio Vaticano II cuando se estableció la celebración de la liturgia en la lengua corriente, en la lengua hablada en el lugar, que es una adquisición que me parece definitiva, lo que no significa que en algunas oportunidades, como lo dice el Papa, no se puedan celebrar en latín que es la lengua oficial, por así decir, de la Iglesia Latina.
Así como eso hay distintas adaptaciones que pueden irse haciendo siempre en comunión con la Sede Apostólica que es la que tiene que evaluar en definitiva la conveniencia de tal o cual adaptación que se proponga.
ACI Prensa: ¿Cuáles cree que son las distorsiones litúrgicas que enfrenta en la actualidad la Iglesia en América Latina?
Card. Medina Estévez: La situación no es pareja en todas partes pero podría señalar el hecho de que en algunos lugares se haya celebrado la Santa Misa poniendo como lecturas textos que no pertenecen a la Santa Escritura sino a personajes de cierta importancia en la coyuntura histórica de un país determinado. Esto ciertamente es un abuso, o por ejemplo, lo que significaría una celebración prescindiendo de los ornamentos.
La celebración de la Liturgia es un rito sacro y el sentido de lo sagrado se da, entre otras cosas, a través de la vestidura litúrgica que es tan importante.
Imagínate en un país que sufre una terrible embestida anticristiana como fue la Rusia Soviética –lo digo por las fotos de los funerales del señor Yeltsin fueron realizados por los obispos ortodoxos con las vestiduras tradicionales de la Iglesia Ortodoxa– eso a nadie le molesta, al contrario, es algo que fomenta el sentido del respeto, porque en el acto litúrgico es Dios mismo quien se hace presente en medio de la comunidad y Dios merece, ante todo, respeto.
ACI Prensa: El Papa también ha hablado sobre el valor de la música en la liturgia y la promoción de la música gregoriana. ¿Qué opina de la adaptación de letras religiosas a canciones de moda?
Card. Medina Estévez: La música que se emplea en la liturgia debe ser una música religiosa y debe tener un contenido religioso y la letra debe ser en todo conforme a la fe cristiana y católica.
Ahora la música gregoriana a mi parecer es incomparablemente bella. No sé porqué no soy músico de profesión... No sé si es posible emplear la música gregoriana para textos escritos en otra lengua porque la música gregoriana fue escrita para un texto latino. En cambio si la música ya existe y yo tengo que poner un texto para esta música, tendría que adaptar el texto para esta música, de tal manera que el texto vaya siendo subrayado con las alzas y bajas de los textos gregorianos. Eso lo verá el músico.
Yo desearía de todo corazón que no se perdiera la riqueza gregoriana que es una riqueza extraordinaria. Me dicen que una vez Mozart dijo que él habría cambiado toda su música por haber sido el autor de la melodía del prefacio simple gregoriano.
Creo que a una letra que tenga un profundo sentido cristiano se le puede revestir con una música que sea significativa para los que participan, pero no se hasta qué punto sería bueno trasladar una música que tiene una letra que no tiene nada que ver con la fe cristiana a una letra propiamente cristiana.
Hay que hacer un discernimiento serio para que a través de la música no se esté oyendo algo que evoca otra cosa distinta a lo que se están diciendo o cantando.
ACI Prensa:¿Cómo podemos los católicos que no vamos a asistir a esta V Conferencia estar en sintonía con la reunión de Aparecida?
Card. Medina Estévez: Pienso que la primera cosa es orar, pedirle al Señor que derrame su gracia y su luz sobre todos los que van a participar en la Conferencia, pedirle al Señor que dé una clarividencia para valorar la realidad, pedir al Señor una fortaleza para hablar claro, para decir claramente las cosas que son coherentes con la fe cristiana y señalar también con valentía las cosas que son incoherentes empleando palabras que todo el mundo entienda y no dejarnos llevar por el eufemismo que suaviza la situación.
Pienso que es muy importante hablar con mucha claridad, porque las cosas claras tienen una garantía de que son entendidas fácilmente y, aunque puedan doler, estimulan una respuesta. Los eufemismos dejan a todo el mundo tranquilo y no se saca nada limpio de un lenguaje demasiado diplomático.