Una parroquia en la diócesis de Apatzingán, en el estado de Michoacán (México), recibe desde el jueves 8 de junio a cientos de refugiados de poblaciones cercanas que huyen de una disputa territorial del crimen organizado.
En ese estado diversos cárteles de la droga se disputan los territorios. Algunos de estos grupos criminales son el Cártel Jalisco Nueva Generación, la Familia Michoacana y los Caballeros Templarios.
Apatzingán se encuentra a unos 187 kilómetros al suroeste de Morelia, la capital del estado de Michoacán.
El Observatorio de Seguridad Humana de la región de Apatzingán señala que las familias desplazadas provienen de las localidades de Llano Grande, El Alazán, Las Bateas y Tepetate. "Se cree que un tercio de la población son niños y adolescentes", indica en su informe.
En diálogo con ACI Prensa, Mons. Cristóbal Asencio, Obispo de Apatzingán, manifestó que los desplazados "acudieron con toda confianza" a la parroquia Nuestra Señora del Rosario, en el poblado de Presa del Rosario, a unos 7 kilómetros de la ciudad, "buscando el socorro de Nuestro Señor, de su pastor y de sus hermanos".
"Todos ellos saben que estamos para servirles", resaltó.