REDACCION CENTRAL,
Los milagros eucarísticos son muy poco frecuentes. Según el sitio oficial de la Asociación Carlo Acutis, ha habido 139 casos en la historia de la Iglesia Católica. Sólo unos pocos han sido investigados científicamente.
En los últimos 50 años, cuando se alega que ha ocurrido un milagro eucarístico, que es un signo sobrenatural que resalta de manera singular la presencia de Dios, generalmente la Iglesia ha seguido un proceso de investigación, aunque éste no está oficialmente definido.
¿Cómo suele funcionar este proceso?
- En primer lugar, tiene que haber certeza absoluta de la "cadena de custodia", es decir, certificar que la hostia consagrada o la pieza en la que se ha verificado el supuesto milagro siempre ha estado custodiada y no se ha manipulado.
- El obispo del lugar debe declarar que sucedió algo muy inusual.
- El mismo obispo debe convocar a un panel científico de expertos con credibilidad y pruebas.
- Las pruebas científicas deben coincidir. La hostia o el objeto milagroso deben analizarse utilizando diferentes pruebas que lleguen todas a la misma conclusión.
En resumen, el panel de científicos debe concluir por unanimidad que no se han utilizado sustancias ajenas, que la cadena de custodia (control y registro que se aplica al material probatorio) es sólida y que no hay explicación humana de lo que pueda haber sucedido.
El presentador de EWTN y divulgador científico, P. Robert Spitzer, explicó al National Catholic Register los primeros pasos.