ROMA,
En referencia a la aprobación del Tratado Constitucional europeo, la Comisión de las Conferencias de Obispos de la Comunidad Europea (COMECE), lamentó la falta de un consenso para reconocer explícitamente que la herencia religiosa europea es principalmente cristiana y advirtió que este hecho podría interpretarse como “una forma de desprecio” a las convicciones de muchas personas.
Tras alegrarse por la mención de la herencia religiosa de la Unión Europea en la Constitución, el Comité Ejecutivo de la COMECE manifestó que esta omisión “podría interpretarse como una forma de desprecio a las convicciones de un número importante de ciudadanos de todos los países miembros”.
Esta situación “muestra que la Unión Europea debe interrogarse todavía sobre su herencia y su identidad. Europa sigue siendo un proyecto en construcción a muchos niveles”, señalaron los obispos firmantes del comunicado de la COMECE.
El comunicado dio cuenta de la importancia que tiene el Tratado en el proceso de la integración europea y resaltó la mención al “respeto a la dignidad humana como primer valor de la Unión”.
“Se asegura mejor el respeto a los derechos fundamentales en Europa gracias a la integración de la Carta de los Derechos Fundamentales en el Tratado Constitucional, incluso aunque este texto no sea satisfactorio en todos sus aspectos. De esta manera se puede esperar que la Unión llegue a ser cada vez más una comunidad de valores”, señaló el comunicado.
Los obispos del Comité Ejecutivo, Mons. Josef Homeyer, Obispo de Hildesheim; Mons. Adrianus van Luyn, Obispo de Rotterdam y Mons. Hippolyte Simon, Arzobispo de Clermont refirieron que “el reconocimiento de la identidad y de la contribución específica de las Iglesias y de otras comunidades religiosas, en el artículo I-51, constituye un avance mayor para la Unión”.