LIMA,
Este 8 de junio se conmemora al beato salesiano Esteban Sándor, quien murió mártir por salvar de morir a 6 jóvenes, en medio de una fuerte persecución religiosa.
Sus restos fueron puestos en una desconocida fosa común, y el año pasado retornaron victoriosos a su "casa" con ayuda de la ciencia.
Esteban nació en Hungría en 1914. Se entusiasmó por Don Bosco leyendo el "Boletín Salesiano".
Ingresó a la Congregación para formarse como salesiano coadjutor, es decir, laico con votos religiosos, pero interrumpió su noviciado por el servicio militar obligatorio. Al retornar a la comunidad hizo sus primeros votos.
En 1942, en plena Segunda Guerra Mundial, fue nuevamente llamado al ejército y convirtió las trincheras en un ámbito salesiano de alegría, motivando a sus compañeros.
Tras la guerra, se involucró más con los necesitados para enseñarles un oficio de trabajo. Se graduó como maestro de imprenta y sus alumnos eran los más destacados.