La famosa actriz mexicana Karyme Lozano volvió a la fe católica hace 14 años. Hoy vive "como una guerrera de Dios" que se alimenta de los sacramentos y que reza a menudo oraciones de liberación para laicos recopiladas por un exorcista.
Recientemente ha estado en España para trabajar en la nueva película "Guadalupe. Madre de la humanidad", un proyecto de Goya Producciones, cuya fecha de estreno se conocerá en torno al próximo 12 de diciembre, fiesta litúrgica de la Emperatriz de Hispanoamérica.
Con tal motivo, ha mantenido una larga conversación con ACI Prensa en la que aborda cómo alimenta la fe, su relación con la Virgen de Guadalupe y el modo en que afronta la vida personal y laboral tras su cambio de rumbo espiritual.
"Antes de estar en mi fe católica, como mexicana nunca había ido a la Basílica", cuenta, refiriéndose al santuario dedicado a la Virgen de Guadalupe al pie del cerro del Tepeyac, al norte de Ciudad de México. "Una vergüenza, porque ¡cómo es posible que como mexicana nunca había ido!", reconoce.
Esta circunstancia hizo que, al comienzo de su nueva vida de piedad, no supiera cómo hablar con la Virgen María. "Tenía un poco de reservas", reconoce, como las que puedan oponer los protestantes que dicen "nada más Jesús", argumenta.
Durante la pandemia, aprovechó para realizar unos ejercicios espirituales en los que se decidió a poner fin a esta carencia: "Yo le dije a Jesús: enséñame a amar a tu Madre. Enséñame a tener una relación con tu Madre. Enséñame cómo Tú quieres que yo ame a tu Madre", y así "aprendí a amar a María, a conocerla más profundamente", detalla.