El P. Antonio Soriano, misionero franciscano español, pide ayuda para sufragar el combustible que le permite surcar las aguas del río Ucayali y evangelizar a los fieles en la selva de Perú.
La gasolina es "imprescindible para los desplazamientos en barca" que debe realizar a fin de "poder llegar a todos los poblados y familias" que tiene encomendados como párroco de San José Obrero, en Jenaro Herrera, dentro del Vicariato de Requena.
Esta jurisdicción eclesiástica fue erigida por el Papa Pío XII en 1956. Tiene una extensión de 82 mil kilómetros cuadrados y está ubicada en el Departamento de Loreto.
La parroquia del P. Soriano atiende a unos 12.000 feligreses y tiene a su cargo la atención pastoral de 29 comunidades repartidas en un vasto territorio y a las que sólo alcanzan a atender en persona unas pocas veces al año.
Al concluir la Misa de las 7:00 de la mañana, "vamos al río para visitar dos comunidades cada domingo", detalla el religioso. De esta manera, es capaz de ver a todas en dos o tres ocasiones cada año.
Cada grupo cuenta con uno o dos agentes de pastoral que colaboran con el párroco atendiendo las necesidades espirituales y materiales.