VATICANO,
El Papa Francisco afirmó esta mañana que la Iglesia, "antes que muchos medios, métodos y estructuras, que a veces distraen de lo esencial, necesita corazones como el de Santa Teresa, corazones que atraen al amor y acercan a Dios".
Así lo aseguró en la Audiencia General de este miércoles 7 de junio, ante las reliquias de Santa Teresa del Niño Jesús expuestas en la Plaza de San Pedro del Vaticano.
Tras rezar durante unos minutos y colocar una rosa blanca donde se encontraban las reliquias de la santa, continuó con su ciclo de catequesis sobre la evangelización y reflexionó acerca de la figura de esta patrona universal de las misiones.
Recordó que la santa estuvo "bajo el signo de la pequeñez y la debilidad: ella misma se definía como un 'pequeño grano de arena'".
Destacó que, "aunque su cuerpo estaba enfermo, su corazón era vibrante, misionero", y enfatizó que Santa Teresa quiso ser misionera "no sólo por algunos años sino durante toda la vida, es más, hasta el fin del mundo".
El Santo Padre subrayó que Santa Teresita, que falleció con tan sólo 24 años, ofreció continuos sacrificios y "aceptó todo con amor, con paciencia, ofreciendo junto a la enfermedad, también los juicios y las incomprensiones".