El Papa Francisco en la Audiencia General. Crédito: Vatican Media
VATICANO,
En la Audiencia General de este miércoles 31 de mayo, el Papa Francisco propuso como ejemplo de "coherencia" cristiana al venerable italiano Mateo Ricci, misionero en China, al mismo tiempo que instó a que "tengamos la fuerza de vivir con coherencia la fe que profesamos".
Ante los fieles y peregrinos que le escuchaban desde la Plaza de San Pedro, el Santo Padre continuó con su ciclo de catequesis sobre la evangelización y el celo apostólico y recordó la figura del jesuita italiano Matteo Ricci.
Definió a este misionero como una "figura egregia del celo apostólico" y subrayó que donde otros habían fracasado, "Mateo tuvo la intuición de prepararse cuidadosamente aprendiendo la lengua y las costumbres chinas antes de afrontar su misión".
"Esto le posibilitó entrar en el territorio y, con paciencia, ir acercándose a la capital". El Pontífice remarcó que fue "un proceso que duró 18 años", pasando por cuatro etapas y cuatro ciudades diferentes antes de llegar a Pekín. "Con constancia, paciencia y una fe inquebrantable", Mateo Ricci superó "dificultades, peligros, desconfianzas y oposiciones en el camino".
"A pesar de las largas distancias recorridas a pie o a caballo, siguió adelante", constató el Papa Francisco. El secreto de Mateo Ricci radicaba en su "celo apostólico, que lo impulsaba a llevar adelante su misión".
Además, Mateo Ricci obtuvo esa "credibilidad" por su "testimonio de vida religiosa, de virtud y de oración".