REDACCION CENTRAL,
El Arzobispo de San Francisco, Mons. Salvatore Cordileone, indicó que la decisión de los fiscales de Estados Unidos de reducir los cargos contra los activistas que destruyeron la estatua de San Junípero Serra de una parroquia, envía la señal de que los ataques contra la Iglesia podrían continuar con impunidad.
"Para mí está claro que este curso de acción no se habría tomado con nadie más. De hecho, si se hubiera cometido el mismo tipo de delito contra otra congregación o grupo religioso, es casi seguro que se habría procesado como un delito de odio", señaló Mons. Cordileone el jueves.
La declaración de Prelado es una respuesta a la decisión de la Oficina del Fiscal de Distrito del Condado de Marin de reducir los cargos contra cinco manifestantes que, el 12 de octubre de 2020, desfiguraron y derribaron la estatua de San Junípero Serra en los terrenos de la Misión San Rafael Arcángel, donde se encuentra la Iglesia San Rafael, en California.
"Ha habido más de 100 ataques contra propiedades de la Iglesia Católica en todo el país, incluso en la Arquidiócesis de San Francisco, uno de los cuales fue alguien que disparó una bala contra nuestra catedral. El anticatolicismo tiene una larga y fea historia en este país".
"Ahora, con esta decisión, el fiscal de distrito del condado de Marin ha dado la señal de que los ataques a los lugares de culto católicos y los objetos sagrados pueden continuar sin consecuencias legales graves", reclamó el arzobispo.
Antes de que los activistas atacaran la estatua, los miembros de la tribu Coast Miwok realizaron una protesta de una hora para conmemorar el Día de los Pueblos Indígenas.