Recientes episodios de violencia contra la Iglesia Católica, que incluyen el asesinato de un sacerdote y el intento de homicidio de un arzobispo, ponen nuevamente sobre el tapete la persecución contra la fe en México y el poder del crimen organizado.
El 22 de mayo, el sacerdote agustino Javier García Villafañe fue asesinado a bordo de su automóvil en la carretera Cuitzeo-Huandacareo. La Fiscalía General del Estado de Michoacán señaló que "fue asesinado de varios balazos".
Días antes, el Arzobispo de Durango, Mons. Faustino Armendáriz, sufrió un intento de asesinato en la sacristía de la Catedral, luego de terminar la celebración de la Misa.
Además, en las últimas semanas se han registrado diversos casos de profanaciones y sacrilegios en distintas iglesias del país.
¿Es México aún un país católico?
Marcela Szymanski, doctora en Política Internacional y editora en jefe del Informe de Libertad Religiosa de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), recordó que México sufrió hace menos de 100 años, en la primera mitad del siglo XX, un episodio de intensa persecución religiosa contra los católicos a manos del gobierno mexicano.