VATICANO,
En la Audiencia General de este miércoles 24 de mayo, el Papa Francisco propuso como ejemplo de evangelización al santo coreano Andrés Kim Tae-gon, quien nos enseña "el valor de volver a levantarse cuando uno se cae".
Ante los fieles que le escuchaban desde la soleada Plaza de San Pedro, el Santo Padre continuó con su ciclo de catequesis sobre la evangelización y el celo apostólico y recordó la figura del primer mártir y primer sacerdote coreano, San Andrés Kim Tae-gon.
Definió a este santo como "un gran ejemplo de pasión por la evangelización" y destacó que "la evangelización de Corea fue realizada por laicos que transmitieron la fe, pues no había sacerdotes".
Los cristianos eran perseguidos en Corea, por lo que San Andrés Kim debía reunirse en secreto con los fieles. "Para Andrés Kim, la expresión que resumía toda la identidad del cristiano era 'discípulo de Jesús'", puntualizó el Papa Francisco.
De este modo, afirmó que "ser discípulo del Señor significa seguirle, seguir su camino, y esto implica dar la vida por el Evangelio. Por tanto, el cristiano es por naturaleza misionero y testigo, como Jesús lo fue del Padre".
Precisó que esta pasión por evangelizar es "un don que procede del Espíritu Santo" y que, "cuando el Evangelio se vive en plenitud, la persona no se encierra en sí misma, sino que da testimonio de la fe, convirtiéndola así en fe contagiosa. Ahí nace la pasión por la evangelización".