El cuerpo se colocará en la capilla del monasterio hasta el 29 de mayo, cuando las religiosas planean una procesión rezando el rosario. Después de la procesión, el cuerpo de la hermana Guillermina será puesto en una urna de vidrio cerca del altar de San José, en la capilla, para "dar la bienvenida a su creciente número de devotos", según señala la hoja informativa publicada por las hermanas benedictinas.
Peregrinos católicos visitan el lugar
Desde que comenzaron a circular publicaciones en las redes sociales la semana pasada con imágenes del cuerpo incorrupto, cientos de personas han viajado para visitar el lugar.
Católicos rezan ante el cuerpo de la hermana Wilhelmina Lancaster el 20 de mayo de 2023. Credit: Cortesía de Joe y Tanya Schultz
"Fue hermoso", manifestó Mary Lou Enna, de 86 años, una peregrina que llegó con su hijo y su nuera desde la cercana ciudad de Kansas, a unos 45 minutos en auto. .
Royce Hood, presentador de un programa de radio católico en Illinois, viajó con su esposa Elise y sus seis hijos en automóvil, desde Peoria, para visitar el monasterio.
"Hay tanto caos y oscuridad en el mundo. Creo que Dios nos está dando pequeñas gracias para recordarnos lo que está por venir y lo que nos espera", sostuvo.
"Amamos nuestra fe", agregó la esposa de Hood, Elise.
La visita no fue menos sorprendente para Rick Enna, otro peregrino de Kansas City. de 61 años.
"En un mundo que en este momento realmente viene luchando con tantos dioses falsos, estamos viendo destellos de evidencia de que Dios está allí. Quienes somos fieles no necesitamos evidencia, pero cuando vemos evidencia, entonces lo sabemos", señaló.
Más de 100 casos de santos incorruptos
La Iglesia Católica tiene una larga tradición de los llamados "cuerpos incorruptos", más de un centenar de los cuales han sido beatificados o canonizados.
Reciben esta denominación cuando, años después de fallecida la persona, partes o incluso la totalidad de sus cuerpos se muestran inmunes al proceso natural de descomposición.
Aun con las modernas técnicas de embalsamamiento, los cuerpos están sujetos a procesos naturales de descomposición.
Según la tradición católica, los cuerpos incorruptos dan testimonio de la verdad de la resurrección de la carne y de la vida venidera.
A través de los ojos de su fe católica, la abadesa ve en la preservación del cuerpo de la hermana Guillermina ese mismo mensaje. "El cielo es real. La resurrección es real. Especialmente durante estos tiempos en la Iglesia y en el mundo", sostuvo.
"Tengan esperanza. Dios todavía está allí. Él todavía escucha nuestras oraciones. Todavía escucha. Él todavía nos ama", declaró.
Si bien la Iglesia no ha dictaminado aún que el caso de Sor Guillermina sea milagroso ni que se trate en efecto de un cuerpo incorrupto -tampoco se ha abierto su proceso de canonización-, tanto las hermanas de su comunidad como los visitantes del monasterio están de acuerdo en que algo fuera del curso normal de la naturaleza está sucediendo en Gower, Missouri.
"Tengan fe", concluyó la abadesa Cecilia. "La vida no termina cuando damos nuestro último aliento; allí comienza", concluyó.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.
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