Este domingo, antes del rezo del Regina Caeli, el Papa Francisco reflexionó sobre la Ascensión del Señor y dijo que sobre esta solemnidad pueden surgir dos preguntas: ¿por qué celebrar la partida de Jesús de la tierra?, y ¿qué hace Jesús en el Cielo?
Sobre la primera pregunta, el Pontífice indicó que la partida de Cristo parecería ser un momento triste, "no precisamente algo por lo que estar alegre".
Sin embargo, explicó que esta partida se celebra "porque con la Ascensión sucedió algo nuevo y hermoso: Jesús ha llevado nuestra humanidad, nuestra carne al Cielo - ¡es la primera vez! - es decir la ha llevado a Dios".
"Esa humanidad, que había tomado en la tierra, no se ha quedado aquí. Jesús resucitado no era un espíritu, no, tenía su cuerpo humano, la carne, los huesos, todo, y ahí, en Dios, estará para siempre", afirmó a los 25 mil fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
En ese sentido, afirmó, "podemos decir, que desde el día de la Ascensión, Dios mismo ha 'cambiado': ¡desde entonces ya no es solo espíritu, sino que por todo lo que nos ama lleva en sí nuestra misma carne, nuestra humanidad!".
"El lugar que nos espera está indicado, nuestro destino está ahí", dijo el Papa, y recordó las palabras de San Gregorio de Nisa sobre la Resurrección: "¡Espléndida noticia! Aquel que se ha hecho hombre por nosotros […], para hacernos sus hermanos, se presenta como hombre delante del Padre, para llevar consigo a todos aquellos que están unidos a él".