El Papa Francisco ha reiterado su condena y rechazo a las armas nucleares, en una carta enviada al Obispo de Hiroshima, Mons. Alexis-Mitsuru Shirahama, con ocasión de la Cumbre del G7 que se lleva a cabo en esta ciudad japonesa.
Del 19 al 21 de mayo los líderes de siete de las potencias económicas mundiales se reúnen en Hiroshima para tratar, en ocho sesiones, la agresión de Rusia contra Ucrania, el desarme y la no proliferación de armas nucleares, entre otros temas.
Así, además de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y Estados Unidos –que conforman el G7–, asisten también una representación política de la Unión Europea y líderes de otros países asiáticos invitados por el gobierno anfitrión.
Es en este marco que el Papa Francisco ha enviado una carta, con fecha 19 de mayo, al Obispo de Hiroshima, la ciudad sobre la cual cayó el 6 de agosto de 1945 la primera bomba atómica.
En su misiva, el Pontífice recuerda la impresión que le dejó su visita al Monumento a la Paz durante el viaje que realizó a Japón en 2019.
"De pie allí en oración silenciosa y pensando en las víctimas inocentes del ataque nuclear de hace décadas, quise reiterar la firme convicción de la Santa Sede de que 'el uso de la energía atómica con fines bélicos es, hoy más que nunca, un crimen no solo contra la dignidad de los seres humanos, sino contra cualquier posible futuro de nuestra casa común'", señala.