El FBI y la policía local de Orlando, Florida, abrieron una investigación luego de que los cuerpos mutilados de tres animales fueran dejados la semana pasada frente a un centro de embarazo provida.
El 10 de mayo, un miembro del personal del centro encontró los cadáveres decapitados de un pollo "muy grande", un corderito y otro "pájaro grande" frente a la clínica, indicó Bob Perron, director ejecutivo del Centro de Embarazo JMJ.
En declaraciones a CNA -agencia en inglés de EWTN-, Perron señaló que cuando fue informado de los animales muertos, creyó que era una broma. "¿Quién pensaría siquiera que eso es posible?", cuestionó.
"Creemos que probablemente hubo algún tipo de ritual", manifestó el director ejecutivo del centro provida, e indicó que "casi no había sangre" en los animales.
Según se informó, un policía hizo el reporte del incidente y el servicio de control de animales se llevó los cuerpos.
Perron señaló que ningún paciente del centro fue testigo de lo sucedido y que la policía está examinando las imágenes de la cámara que se encuentra en la entrada.