"Chile lleva los últimos dos años, casi tres, inserto en una discusión constitucional permanente", observó, con "distintas visiones del mundo y de la sociedad".
Lo que espera es que esto se plasme en la Constitución, y así regular "la vida social y política hacia el futuro".
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Sobre el proyecto rechazado en septiembre de 2022, recordó que "abrazaba una versión específica del feminismo, de la inclusión de 'diversidades' y de una antropología humana" que difiere de las bases de la cultura y el orden jurídico en Chile.
Ante esto, se suscitó una necesidad de "reestudiar cuáles son las bases antropológicas que parte del pueblo chileno quiere defender".
Lo que esperan muchos chilenos, afirmó, es que esta nueva Constitución oriente "la solución de problemas como la seguridad o el control de la migración de manera ordenada".