Una restauración de la talla del Cristo de Lepanto que se conserva en la Catedral de Barcelona (España) ha desvelado que su hasta ahora característico color negro en realidad son restos de humo, cera de velas y barnices que buscaron igualar ese tono oscuro.
La restauración encargada por el Cabildo de la Catedral de Barcelona de la imagen gótica, que probablemente fue tallada en el siglo XIII, ha retirado todas las capas añadidas y dejado a la vista el color claro de la madera.
Los responsables de estos trabajos explican que la imagen no fue oscura siempre, pues se conservan grabados de finales del siglo XIX y principios del XX que representan el Cristo con la superficie blanca de modo deliberado.
Por ello se han retirado las capas de suciedad hasta sacar a la luz la policromía que se parece más a la forma de representar la carne en el periodo gótico, aunque sin llegar a la original, según se detalla en un reportaje publicado por la Catedral de Barcelona.
Para llevar a cabo la restauración se hicieron unos estudios previos que incluyeron la toma de radiografías y muestras.
La limpieza de la escultura se realizó con agua destilada caliente y goma de borrar.