Mons. Francisco Javier Acero, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada de México, expresó la profunda preocupación de la Iglesia por las "oleadas de migrantes" que cruzan el país y advirtió que los que más sufren son "los menores no acompañados".
En diálogo con ACI Prensa, Mons. Acero manifestó que, frente a la complejidad del drama de los migrantes, "ahí estamos como Iglesia acompañándolos".
Entre estos esfuerzos destaca el de las hermanas Josefinas, que tienen a su cargo la Casa de Acogida, Formación y Empoderamiento para Mujeres y Familias Migrantes y Refugiadas (CAFEMIN). El obispo resaltó la "encomiable labor de la hermana Magdalena" y de toda la comunidad, que reciben a los menores migrantes solos y cuidan de ellos.
Hizo notar asimismo que "en este tiempo, que va desde un poco antes de Semana Santa hasta este momento, una media de las personas que se les atiende en todas estas casas va de 600 a 900 personas a diario".
A ello se suma el hecho de que hay menores que, por ejemplo, en CAFEMIN, llevan dos años recibiendo apoyo escolar. "De ahí van localizando a los padres o los van guiando para llevarlos con los familiares que están del otro lado. Esto se da con ayuda de abogados".
México es un país con una larga historia de migraciones, tanto de sus ciudadanos que van a Estados Unidos, como de todos aquellos que utilizan su territorio como una vía de paso para alcanzar el "sueño americano".