El Arzobispado de Toledo ha publicado un documento con orientaciones doctrinales, de discernimiento y de juicio sobre la acción de los laicos católicos que buscan la santidad a través de la vocación política.
La monografía ha tenido muy presente el "Instrumento de trabajo pastoral sobre persona, familia y sociedad" aprobado por la Conferencia Episcopal Española.
La Archidiócesis Primada de España responde así a una de las conclusiones del Congreso Nacional de Laicos celebrado en 2020, que apostaba por animarlos a participar en la vida pública.
1 La Iglesia no tiene programa político, pues todo compromiso "debe partir de la respuesta fiel a una llamada personal y ha de ser guiado por la luz de la fe y por el Evangelio".
Como afirmó San Juan Pablo II en "Novo milenio ineunte": "No se trata, pues, de inventar un nuevo programa. El programa ya existe. Es el de siempre, recogido por el Evangelio y la Tradición Viva. Se centra, en definitiva, en Cristo mismo, al que hay que conocer, amar e imitar".
2 La vocación política se inscribe en la "misión específica de los fieles laicos: dilatar el Reino de Dios" gestionando las realidades temporales y "re-ordenándolas".