La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE), estableció que el 27 de mayo la vigilia de Pentecostés "tenga como eje central pedir el don de la paz" para Ecuador, que en los últimos meses ha experimentado un aumento de la violencia.
Los asesinatos y los enfrentamientos entre bandas vinculadas al narcotráfico han crecido en los últimos tiempos. El más reciente ocurrió en la noche del sábado, cuando diez personas fueron asesinadas en Guayaquil.
Asimismo, el 11 de abril un grupo armado mató a nueve pescadores en el puerto de Esmeraldas.
"La situación de violencia e inseguridad que atravesamos en el Ecuador exige de cada uno de nosotros actos concretos que contribuyan a la paz y a la reconciliación", expresaron los obispos en un comunicado publicado el 30 de abril.
El Episcopado indicó que por ello se decidió que la vigilia de Pentecostés sea dedicada a implorar "a Dios para que nunca la violencia y la división gane nuestras sociedades y nuestros corazones".