En la mañana de este sábado 29 de abril, segundo día del viaje apostólico en Budapest, el Papa Francisco mantuvo un encuentro con pobres y refugiados en la iglesia de Santa Isabel de Hungría, desde donde instó a los fieles a hablar el "lenguaje de la caridad".
Cerca de 1.600 personas, muchos voluntarios y refugiados de Ucrania, esperaban al Santo Padre desde primera hora de la mañana en los alrededores y el interior de la iglesia que fue reconstruida tras los graves daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial.
La mayoría de bancos en el interior del templo estaban ocupados por refugiados procedentes de Ucrania. Algunos procedían también de Venezuela y de Pakistán, quienes transmitieron a ACI Prensa la importancia de la visita del Papa Francisco.
Pasadas las 10 de la mañana (hora local), el Santo Padre llegó en coche desde el instituto católico dedicado al Beato László Batthyány-Strattmann, donde mantuvo un encuentro privado con niños ciegos y discapacitados.
El Pontífice entró en la iglesia en silla de ruedas tras ser recibido por el presidente de Cáritas Hungría, Mons. Antal Spányi.
Posteriormente, escuchó los sentidos testimonios de una familia greco-católica, de una familia de refugiados y de un diácono y su esposa.