A poco más de una semana para la beatificación de Mons. Jacinto Vera, primer obispo de Uruguay, los miembros del Episcopado se dirigen al Pueblo de Dios para invitarlos a participar.
En su mensaje, expresan la alegría de anunciar la beatificación de "este santo varón, padre de los pobres".
Asimismo, destacan que Mons. Vera "fue la persona más cercana y más amada por el pueblo oriental, tanto en ciudades como en la campaña, en la segunda mitad del siglo XIX", siendo reconocido, aún por sus circunstanciales opositores, "como hombre de bien, de unidad y de paz".