17 de noviembre de 2024 Donar
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Persona trans pretende recibir en España la Confirmación bajo su nueva identidad civil

Imagen referencial. Crédito: Crédito: Ted Eytan / Wikipedia CC BY-SA 2.0

El Obispado de Cádiz y Ceuta estudia las acciones a considerar en el caso de una persona transexual que ha solicitado recibir el sacramento de la Confirmación bajo su identidad civil modificada. 

Nacida mujer y bautizada con un nombre femenino, esta persona es para la administración Ismael Jiménez Rodríguez, y ha denunciado a través de un diario local la decisión de un sacerdote de no admitirle para el sacramento de la Confirmación. 

Según refiere el Diario Área, un presbítero al que identifica como "Padre Nelson" habría indicado a Jiménez la imposibilidad de recibir el sacramento dada la incongruencia entre su identidad civil y su partida de Bautismo. 

La petición que realiza Jiménez es taxativa: "Quiero que esta denuncia se haga pública y que este sacerdote se marche de esta iglesia". 

Según su versión, el sacerdote le habría explicado las circunstancias por las que no es posible su acceso a este sacramento de la iniciación cristiana: "El cura me dijo que no podía entrar en la iglesia y que no podía realizar la Confirmación porque ante la Iglesia seguía siendo mujer".

Jiménez expone que el sacerdote también le hizo ver que no era apto porque "rechazaba el cuerpo que me había dado Dios", a lo que respondió: "A mí el cuerpo me lo han dado mis padres".

Además, el presbítero le habría asegurado que remitiría su petición al Obispado de Cádiz y Ceuta "para conocer si podría hacer la Confirmación y si era una persona de fe".

Consultadas por ACI Prensa, fuentes del Obispado de Cádiz y Ceuta afirman que, "de momento, el Obispado no se va a pronunciar sobre este tema".

El joven afirma que "se pasa bastante mal por todo esto, y estoy totalmente anonadado. Es totalmente injusto".

Jiménez, además de pedir que trasladen al P. Nelson, defiende que su fe no depende de su consideración sexual. "Que se ponga remedio para que pueda confirmarme igual que cualquier otra persona. Mi fe no se puede discutir, sea hombre o mujer", ha reclamado.

Jiménez también ha adelantado que su intención no es sólo recibir este sacramento, sino, en un futuro, el Matrimonio: "Lo que quiero es ser feliz, y las disculpas no me valen. Quiero confirmarme, y casarme". 

El sacramento de la Confirmación

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La Confirmación es, junto al Bautismo y la Eucaristía, uno de los llamados sacramentos de la iniciación cristiana, y su recepción "es necesaria para la plenitud de la gracia bautismal", según se detalla en el Catecismo de la Iglesia Católica, número 1285. 

En el Antiguo Testamento los profetas anuncian que el Espíritu de Dios reposaría sobre el Mesías y el mismo Cristo promete que su pueblo recibirá también su efusión. 

Tras Pentecostés, los Apóstoles comenzaron a imponer las manos a los nuevos miembros de la Iglesia. "Muy pronto, para mejor significar el don del Espíritu Santo, se añadió la imposición de las manos una unción con óleo perfumado (crisma)", señala el Catecismo. 

Esta "ilustra el nombre de 'cristiano' que significa 'ungido' y que tiene su origen en el nombre de Cristo", detalla en su número 1289 el Catecismo. Este sacramento se recibe una sola vez.

Requisitos para recibir la Confirmación

"Todo bautizado aún no confirmado, puede y debe recibir el sacramento de la Confirmación", expone el Catecismo. 

El momento adecuado es, en el rito latino, "la edad del uso de razón", pero en peligro de muerte "se debe confirmar a los niños" incluso si aún no la han alcanzado. 

Aunque se conoce como el sacramento de la madurez cristiana, explica el Catecismo que no se ha de confundir "la edad adulta de la fe con la edad adulta del crecimiento natural". 

La catequesis previa "se esforzará por suscitar el sentido de pertenencia a la Iglesia de Jesucristo" (1309), y para recibir el sacramento "es preciso hallarse en estado de gracia" (1310).

Además, el Catecismo expone que "conviene que los candidatos busquen la ayuda espiritual de un padrino o de una madrina", a ser posible el mismo del Bautismo para subrayar la unión entre ambos sacramentos (1311).

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