En el segundo domingo de Pascua, diversas diócesis de Chile celebraron la tradicional festividad del Cuasimodo.
El origen de esta fiesta se remonta a mediados del siglo XIX, cuando los sacerdotes partían desde sus comunidades a caballo para dar la Comunión a los enfermos que no habían podido asistir a la Misa de Pascua.
En su trayecto, eran escoltados por fieles de las comunidades, que velaban para que los asaltantes no robaran el copón con las hostias y, en señal de respeto, reemplazaban sus sombreros por mantillas atadas a sus cabezas y esclavinas sobre sus hombros.
La práctica encuentra su fundamento en la intención de cumplir el precepto establecido por el IV Concilio de Letrán, el año 1215, que exhorta a todo católico a comulgar al menos una vez al año, durante el tiempo pascual.
La tradición se mantiene hasta la actualidad y este domingo 16 de abril tuvo una nueva jornada de celebraciones.
En diversas comunidades de Chile, sacerdotes llevaron la Comunión a enfermos y personas impedidas de salir de sus hogares, en carretas preparadas especialmente para la ocasión.