VATICANO,
El Papa Francisco recibió este viernes 14 de abril en el Vaticano a los Hermanos Oblatos Diocesanos de Milán (Italia), a quienes dirigió "3 deseos": vivir la fraternidad, la oblación y la diocesaneidad.
Al darles la bienvenida, el Santo Padre destacó que "las ocasiones en las que puedo encontrarme con hermanos consagrados son preciosas: es un testimonio del valor de esta presencia en la Iglesia, que merece ser redescubierta".
En primer lugar, el Pontífice habló de la importancia de la fraternidad de los Oblatos y señaló que esta "se construye con una forma concreta de vida. Una forma estable, que cada uno de vosotros vive naturalmente de manera diferente, con su propia personalidad y sus propios dones y también sus propias limitaciones; pero la característica común y cualificadora es esta fraternidad".
Para el Papa Francisco, ello constituye un modo de asemejarse a Jesús, quien "vivió esta dimensión de ser hermano de todo hombre, hermano universal".
"Es un aspecto propio del misterio de la Encarnación. Esto es lo primero que os deseo: la alegría de ser hermanos", puntualizó.
Asimismo, centró su mirada en el aspecto de la oblación, "el don de sí en el servicio".