El P. Pablo Trollano se encuentra como misionero en Taiwán desde hace 10 años y narra cómo ha sido la experiencia de ir adaptándose a este país asiático, siendo el argentino.
En diálogo con ACI Prensa, el sacerdote y miembro del Instituto del Verbo Encarnado (IVE) compartió que "a todo misionero le cuestan distintas cosas: a algunos el estudio de la lengua, a otros extrañar a la familia, a otros la cultura o la comida. A mí a veces me cuesta tratar de entender ciertas actitudes hacia la fe, la familia, la educación de los hijos, que tienen un trasfondo cultural muy propio de aquí".
Otro desafío que enfrenta es "la dificultad al buscar organizar actividades para los fieles que les guste y los atraiga, pero Dios siempre guía y da luz y fuerzas para seguir".
El sacerdote argentino resaltó que "los misioneros extranjeros representan tal vez más del 50% del clero de Taiwán". La misma situación se da en el caso de los religiosos y religiosas. "Hay muchísimos ejemplos heroicos de abnegación y sacrificios de toda una vida por este pequeño rebaño. Es para dar gracias a Dios", afirmó.
Tras señalar que es párroco de Cristo Rey, donde trabaja en la "atención pastoral de los católicos, ya sean taiwaneses o inmigrantes católicos que están trabajando en este país, la mayoría filipinos", el P. Trollano recordó que los cristianos en el país son una minoría.
Taiwán, explicó, "es un país predominantemente budista, con cerca del 40% de la población. Luego vienen las así llamadas 'creencias populares' o tradicionales, un gran conjunto de creencias de raíz taoista, que juntas suman más del 40%, aunque tienen elementos muy distintos entre sí".