LIMA,
Los franciscanos presentes en Tierra Santa participaron en una solemne celebración pascual en el lugar donde creen que Jesús resucitado se apareció a los discípulos de Emaús. No obstante, otras dos localidades reivindican ser el lugar de la aparición.
En el último capítulo del Evangelio de San Lucas (24,13-35) se narra que Jesús se apareció a dos de sus seguidores que iban camino a Emaús. La tradición los llama Cleofás y Simeón.
El Resucitado les habló como un forastero y, al escuchar que iban tristes por la muerte del Mesías, les explicó las Escrituras hasta que se hizo muy tarde. Los discípulos le pidieron entonces que se quedara con ellos en el pueblo y recién lo reconocieron cuando Cristo partió el pan. No obstante, el Señor en ese instante desapareció.
De acuerdo a la Custodia de Tierra Santa, hay tres localidades que dicen ser el lugar donde sucedió este hecho bíblico.
Los cristianos del siglo III creían que la aparición ocurrió en la ciudad de Emaús-Nicópolis. Aunque el nombre coincidía, lo mismo no sucedía con la distancia. San Lucas señala explícitamente que el pueblo quedaba a unos 10 kilómetros de Jerusalén, y este pueblo en cambio está a unos 30 kilómetros.
Por el siglo XII, en la época de las cruzadas, se buscó un lugar más cercano a la Ciudad Santa. Por ello se propuso el castillo de Fontenoid, ubicado en la antigua localidad de Kiriat-Yaarim, conocida hoy como Abu-Ghosh. Pero esta idea no convenció mucho.