Unas 500 mil personas salieron el Viernes Santo para participar en la tradicional procesión del Cristo del Consuelo, en Guayaquil, para pedir al Señor por la paz en Ecuador.
La procesión fue encabezada por el Arzobispo de Guayaquil, Mons. Luis Cabrera, y partió de la iglesia del Cristo del Consuelo, en el sur de la ciudad. Se trata de la expresión religiosa más grande del país.
En sus palabras a los fieles, el Prelado pidió "dejar de mirarnos como enemigos, dejar de mirarnos como rivales; somos hijos de Dios, somos hermanos, somos compañeros". "Basta ya de tanta violencia; que venga la reconciliación y que venga la paz. Dichosos los que lloran, porque Dios viene a consolarlos", expresó.
El primero de abril, presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, levantó la prohibición de portar armas de fuego que había sido impuesta a los civiles hace 12 años. "Ecuatorianos, tenemos un enemigo común: la delincuencia, el narcotráfico y el crimen organizado", fue el argumento del mandatario.
Sin embargo, expertos en seguridad indicaron al diario local El Comercio que la medida adoptada por el gobierno no solucionará un problema estructural como es la delincuencia organizada. También se advirtió que podría terminar incentivando a los criminales a elevar el nivel de fuerza sobre las víctimas.