Las Diócesis de San Justo y de Gregorio de Laferrere, ubicadas ambas en la zona del Gran Buenos Aires (Argentina), emitieron un comunicado para solicitar a las autoridades que refuercen la seguridad ante el asesinato del chofer de colectivo Daniel Barrientos, ocurrido en la madrugada del 3 de abril durante un intento de robo en la unidad que conducía.
Lo sucedido, afirmaron, confirma que "la Pasión sucede hoy: un inocente asesinado fruto de la falta de seguridad instalada en nuestros barrios y de los pequeños intereses creados".
Las Diócesis expresaron su consternación, pero reconocieron que no les asombra el asesinato de Barrientos, porque "es uno más en la lista de los últimos años en los cuales ningún barrio ni zona ha quedado exento del robo, la entradera, el apriete, el choreo de celulares a plena luz del día; muchos de ellos seguidos de muerte".
Esto hace que se viva con una sensación de "territorio liberado o negociado". "Liberado, porque se hace la vista gorda a menos que el hecho se venga encima y no haya más remedio que actuar", explicaron.
"Negociado, porque detrás de esta inseguridad sabemos que operan las grandes mafias de los narcos que han invadido con su negocio nuestros barrios y tienen como soldaditos a nuestros pibes o como consumidores que salen a robar lo que sea para poder ir a comprar la 'merca' que necesitan para seguir viviendo", denunciaron.
Al respecto, las Diócesis manifestaron que se necesita "una política de seguridad que encare esta problemática y que lo resuelva con más efectivos en la zona de los hechos hasta que las aguas bajen".