El Papa Francisco hizo este lunes 3 llamamientos para mejorar las condiciones de trabajo en el mundo de hoy, en una audiencia concedida a miembros del Instituto Nacional de Seguridad Social (INPS) en Italia, a 125 años de su fundación.
"El primer llamado es un no al trabajo negro (no declarado). Pero que se convierta en una cultura: No al trabajo negro. En el momento, en efecto, parece darle beneficios económicos al individuo, pero a la larga no permite a las familias que contribuyan y accedan al sistema de pensiones de acuerdo a la justicia", indicó el Santo Padre en su discurso, durante la audiencia llevada a cabo en el Palacio Apostólico del Vaticano.
"El trabajo negro distorsiona el mercado laboral y expone a los trabajadores a formas de explotación e injusticia", alertó el Santo Padre.
"El segundo llamado –continuó el Papa– es un no al abuso del trabajo precario, que tiene un impacto sobre las opciones de vida de los jóvenes e incluso los fuerza a trabajar cuando les fallan las fuerzas".
Asimismo, el Papa Francisco destacó que "la precariedad debe ser transitoria" y "no puede darse en exceso".
"De otro modo, termina por generar desconfianza, favorece el aplazamiento de las opciones de vida de los jóvenes, dilata el ingreso en el sistema de seguridad social e incrementa la caída de la natalidad", continuó.