Martínez asegura que se ofreció a hablar con la familia Cuatrecasas ante la gravedad creciente de las acusaciones, pero que no aceptaron. "Si alguien rompió la comunicación, esos fueron los padres de Juan", subraya en el blog.
La familia entonces le acusó de no tener "ni remordimiento ni vergüenza por no pedir perdón", describe ante de reiterar: "No puedo pedir perdón porque mi inocencia no es negociable".
En la entrada publicada, Martínez señala que la abogada Leticia de la Hoz "fue la que tuvo la idea de instrumentalizar al Papa para sus intereses en el caso", tal y como reconoció en una entrevista concedida a La Nueva España en 2015 en la que afirmó: "Nos pareció que una carta al Papa podía ser un buen medio de denuncia".
Otro actor importante en este caso es el psiquiatra Iñaki Viar: "Condenado en 1970 a veinte años de cárcel por pertenecer a ETA y colaborar en la colocación de una bomba sin víctimas, fue clave en el juicio de la Audiencia de Bilbao", detalla.
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"Llevo doce años haciéndome la pregunta de por qué me acusa Juan de unos hechos que no he cometido. Lo que afirma sólo sucedió en su cabeza", defiende el profesor.
Condena "sin pruebas"
José María Martínez afirma que su juicio, celebrado en 2018 ante la Audiencia de Bilbao, tuvo lugar "después de que yo hubiese sido condenado por la opinión pública". A su juicio, eso debió influir en que el tribunal considerara que "si los profesores y alumnos del colegio avalaban unánimemente mi inocencia, esa coincidencia mostraba que se habían puesto de acuerdo antes".
Fue condenado a 11 años de prisión. Mientras recurría el caso ante el Tribunal Supremo, explica que tuvo que presentarse cada 15 días en un juzgado. La sentencia llegó en septiembre de 2020 y se redujo a 2 años. Al carecer de antecedentes, le permitió no ingresar en prisión.
"El Supremo rechazó las acusaciones más graves, entre otros motivos porque el razonamiento de la Audiencia de Bilbao vulneraba la presunción de inocencia", detalla. También porque "no entró a valorar la prueba que realizó la audiencia vizcaína en los hechos menos graves".
"En el fondo, lo que pienso es que no quisieron desautorizar completamente al tribunal de Bilbao", concluye el profesor sobre su condena. El Tribunal Constitucional no admitió su recurso.