El Arzobispo Primado de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, expresó su preocupación por la creciente ola de violencia en el país y denunció como principal causa del problema un creciente desajuste moral ocasionado por la pérdida del sentido de pecado.
El Cardenal lamentó que mientras los índices de violencia, injusticias, robos, asesinatos y toda clase de desviaciones crece en forma alarmante, la práctica de la confesión y el reconocimiento de la propia culpa disminuye en forma significativa.
“Aunque no nos guste hablar de pecado, tenemos que reconocer que la violencia, las injusticias, la corrupción, las desviaciones sexuales, el desprecio a la vida son el pecado presente en nuestra vida y en nuestra sociedad”, afirmó el Arzobispo y agregó que “se está viviendo de una manera más álgida en algunas partes y de otra manera menor en pequeños pueblos, pero en todos lados se dan estos ilícitos y la gente debe manifestar su insatisfacción por esta inseguridad que estamos viviendo”.
El Purpurado resaltó que “la Iglesia ve con preocupación el desempeño deficiente de nuestros gobernantes que, a pesar de sus reiteradas promesas de aplicar la ley y de combatir la criminalidad, no hacen caso del clamor ciudadano”.
“En México hacen falta policías, renovación de leyes y mayor presupuesto, pero ante todo educación con valores cívicos para que nos comportemos de otra manera”, afirmó el Cardenal.
Asimismo, el Arzobispo indicó que la seguridad no sólo es cuestión de autoridades o policías, sino también de principios, pues “por más policías que tuviéramos, si no se recibe una educación con valores difícilmente saldremos adelante”.