"Esperamos el fruto más grande: la conversión de Rusia", asegura el P. Taras Zheplinsky, jefe de la oficina de información del Patriarcado Greco-Católico de Ucrania.
Así lo indicó el sacerdote en una entrevista concedida a ACI Prensa -gracias a la colaboración de la ONG Ucrania Resiliente y a la traducción de Victoria Tsaider- en el marco del primer aniversario de la consagración que hizo el Papa Francisco de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.
El P. Zheplinsky destacó que "el primer fruto y el más importante es que la Virgen ayudó al pueblo ucraniano a resistir, defendiéndose durante todo el año de la agresión rusa a gran escala. Y el fruto que está por venir es la conversión de Rusia del mal por el que está poseído, y que ha traído a la tierra ucraniana".
El sacerdote recordó asimismo que "consagrar el mundo entero, y especialmente Rusia y Ucrania, a su Inmaculado Corazón fue la petición de la misma Virgen en Fátima".
"El Papa dijo durante la consagración -el 25 de marzo de 2022- que bajo la Cruz, junto con la Virgen, se encuentra una humanidad asustada y cansada, especialmente los pueblos ucraniano y ruso. Su Santidad llamó al pueblo ucraniano y al pueblo ruso 'dos naciones diferentes, dos pueblos, de pie bajo la Cruz'", continuó.
El P. Zheplinsky resaltó también que, cuando se apareció en 1917 a los tres pastorcitos videntes, la Virgen de Fátima pidió que Rusia sea consagrada a su Inmaculado Corazón.