El episcopado escandinavo reivindica la enseñanza integral de la sexualidad humana: "Ofrecer algo menos exigente sería defraudaros. No hemos recibido el Orden sagrado para predicar ideales pequeños de nuestra propia fabricación".
La Conferencia Episcopal Escandinava está integrada por los obispos de Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia. Su actual presidente es el Obispo de Copenhague, Mons. Czeslaw Kozon.
La "Carta pastoral sobre la sexualidad humana" comienza recordando que la Cuaresma no es el único periodo de 40 días en la historia de la salvación. Así, remite al diluvio universal, cuyo resultado fue "un nuevo inicio" en la relación entre Dios y los hombres.
De esta manera surgió la primera alianza, que fue ratificada con el signo del arcoíris en el cielo; un signo que hoy es reivindicado "como el símbolo de un movimiento político y cultural" al que no citan de forma expresa.
Los obispos "reconocen todo aquello que es noble" en sus aspiraciones, como la condena de toda discriminación injusta. Sin embargo, expresan su discrepancia cuando se "propone una visión de la naturaleza humana separada de la integridad encarnada de la persona, como si el sexo biológico fuera accidental".