Cada 21 de marzo la Iglesia Católica celebra a San Nicolás de Flüe (1417-1487), patrono de Suiza.
El ‘Hermano Nicolás’ (Bruder Klaus) tuvo un muy particular y llamativo itinerario de vida, que lo llevó de la vida familiar a la vida contemplativa, y de la actividad política al servicio de Dios a tiempo completo. Fue militar, consejero político, asceta y ermitaño.
Hoy, San Nicolás de Flüe sigue siendo símbolo de la unidad del pueblo suizo y de su espíritu pacifista -es decir, de una identidad forjada por el principio de neutralidad o no interferencia en conflictos internacionales-. Por ambas razones, este santo goza del respeto y cariño de todos sus connacionales, tanto católicos como protestantes.
Militar, político, asceta y ermitaño
Niklaus von Flüe -su nombre de pila en alemán- nació en 1417, en Flüeli-Ranft, pueblo de la Comuna de Sachseln, cantón (región) de Obwalden (Suiza), en el seno de una familia campesina de ciertos recursos.
De pequeño trabajó en el campo hasta que incursionó en la vida militar. Participó en la guerra contra Zürich (1440–1446), cuando este cantón se enfrentó a la Antigua Confederación Suiza de la que no quería seguir formando parte. Obwalden, por su parte, se mantuvo fiel a la confederación.