LIMA,
Cada 9 de marzo se celebra a Santa Francisca Romana, una de las extraordinarias santas italianas que fue bendecida con una serie de dones extraordinarios y que en una ocasión llegó incluso a ver el infierno, el purgatorio y el cielo en compañía de San Rafael Arcángel.
Estas y otras historias de su vida se narran en el libro Santa Francisca Romana y su Arcángel del P. Ángel Peña. Recogiendo algunos testimonios de su proceso de canonización, allí se describe que el P. Juan Mattiotti, confesor de la santa, contó que ella “fue llevada en espíritu al infierno”.
Francisca vio al ingreso un terrible abismo y letreros con avisos que decían: “Este es el infierno sin esperanza y donde no hay jamás consuelo”.
Junto al Arcángel Rafael, la santa divisó un escalofriante dragón negro, de cuya boca salía una gran llama de fuego. “Ella oía gritar y blasfemar con muchos lamentos y voces amargas”, enfatizó el P. Mattiotti.
Los demonios tenían un olor que no se podía soportar. Además, Santa Francisca observó muchas cosas horribles, así como innumerables penas y tormentos.
“Después fue llevada al purgatorio y allí vio tres estratos distintos. En el más bajo había fuego; en el segundo estadio las almas sufrían pero no tanto. En el tercer grado y más elevado estaban las almas que estaban cerca de ir al cielo”, describió el confesor.