ROMA,
El crucifijo de San Eutizio, que quedó fracturado en varios pedazos en uno de los terremotos que golpeó Italia en 2016, fue restaurado por los Museos Vaticanos y actualmente es expuesto al público para la veneración de los fieles.
En 2016 un fuerte terremoto remeció el centro de Italia, ocasionando muerte y destrucción. Una de las edificaciones más afectadas fue el monasterio de San Eutizio, ubicado en el Valle Castoriana de la provincia de Perugia.
En este recinto benedictino, la antigua cruz pintada en 1472 por Nicolás de Ulises de Siena, conocida como el crucifijo de San Eutizio, se vino abajo y quedó partida en unos 30 fragmentos.
Los análisis posteriores arrojaron que la imagen estaba en un estado realmente dramático y que lograr su reunificación se convertiría en un gran rompecabezas.
En declaraciones a Vatican News, la responsable del Laboratorio de Restauración de Pintura y Materiales de Madera de los Museos Vaticanos, Francesca Persegati, señaló que cuando vieron llegar la cruz y sus fragmentos se quedaron consternados.
"Sólo cuando los colocamos sobre una mesa nos dimos cuenta de que tal vez podríamos hacerlo: en ese momento comenzó un trabajo a varias manos, como dice el Papa", resaltó Persegati.