¿Cómo puede una mujer cuidar su corazón? Experta explica por qué el pudor es la clave

El numeral 2521 del Catecismo de la Iglesia Católica indica que el "pudor preserva la intimidad de la persona" y "designa el rechazo a mostrar lo que debe permanecer velado".

Agrega que "está ordenado a la castidad, cuya delicadeza proclama", y "ordena las miradas y los gestos en conformidad con la dignidad de las personas y con la relación que existe entre ellas".

Pudor, femineidad y sexualidad

La cofundadora de Un Amor Diferente detalló que el pudor, en el caso de las mujeres, "no quiere decir que tengamos que ser feas, mal vestidas, desarregladas o dejadas", sino que "resalta la elegancia, la belleza interior que se refleja en lo exterior, dejando la parte erótica o de la sexualidad reservada para el sacramento del matrimonio".

Cortés aclaró que "el sexo no es malo, sino que tiene un momento, un lugar y una persona que Dios pensó y creó para demostrar ese amor".

"Con el pudor la mujer logra resaltar sus cualidades y sus virtudes, no solo mostrando su cuerpo de manera física o sensual, sino resaltando lo más valioso, que es su interior. El pudor nos ayuda a ver a las personas como lo que son, hijas e hijos de Dios, y no como objetos o como partes", explicó.

"Lo que hago con mi cuerpo afectará mi corazón"

Mariandrea Cortés contó que uno de los temas que serán abordados en su próximo taller, el 11 de marzo, es que "lo que se hace de manera física con el cuerpo, sin duda afectará el corazón".

"Todo lo que hagamos a través de nuestro cuerpo, afectará nuestra alma y nuestro corazón. El pudor defiende a tu alma y a tu corazón de lo que los puede ensuciar. Pero más allá de eso, los defiende de quedar heridos", sostuvo.

La conferencista recordó que la pubertad y adolescencia "es el momento para crecer, conocerse, salir a jugar, tener amigos", y "no para incurrir en situaciones sexuales que están a destiempo y que pueden herir el corazón de esas niñas y de esos niños".

El evento "El corazón de la mujer es como un jardín", a realizarse este sábado de 10:00  a.m. a 5:00 p.m. (hora de Colombia) en el Hotel La Fontana de Bogotá, se basa en las enseñanzas de la Teología del Cuerpo de San Juan Pablo II y busca enseñar a las adolescentes cómo cuidar su corazón a través de todo lo que hacen con su cuerpo.

Además, tiene por objetivo reforzar la feminidad auténtica, su amor propio y la toma de buenas decisiones en cuanto a la afectividad y sexualidad.

Entre los temas que se abordarán, manifestó Cortés, se encuentran "los tres anhelos del corazón femenino, cuáles son sus heridas y cómo sanarlas".

"El primer anhelo es ser amada y conquistada, el segundo es tener un rol irremplazable en la vida de alguien y el tercero es revelar la belleza. Toda mujer, independientemente de su situación, su edad, su creencia o religión, anhela estas cosas porque Dios nos diseñó de una manera única e irrepetible, y así es nuestro corazón femenino", manifestó.

Cortés sostiene que el problema y la solución radican en "dónde buscamos llenar esos anhelos".

"La idea es que cada niña, cada joven, vaya a la fuente del amor, que es Dios, a su Creador, y pueda ir satisfaciendo en cada momento de su vida estos tres anhelos", explicó.

Según la experta en afectividad, "a veces la mujer, al empeñarse en mostrar belleza y que la enamoren, puede caer en un desorden por aspirar a la belleza que exige el mundo".

"Si buscamos rápidamente ser enamoradas, podríamos bajar nuestros estándares para estar con un hombre que no nos ama, que no nos valora y que en vez de eso puede usarnos o maltratar".

Cortes resumió el taller como una charla sobre la "analogía de que el corazón es como un jardín, y vamos a decirles cómo pueden decorar ese jardín, con qué valores y virtudes".

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