LIMA,
Sólo unas horas después de que Bassel Habkouk, un joven libanés católico y padre de dos hijos, llegara de visita a Turquía el 6 de febrero, un terremoto de magnitud 7,8 sacudió el país y la vecina Siria.
Habkouk permaneció 52 horas atrapado entre los escombros de los edificios derrumbados por el devastador sismo, que causó más de 50.000 muertos, decenas de miles de heridos y desaparecidos, y que ha dejado a cientos de miles de personas sin hogar, según Associated Press.
Milagrosamente, Habkouk sobrevivió, y recientemente compartió con ACI MENA -agencia en árabe del Grupo ACI-, los detalles de su terrible experiencia y el papel que la Virgen María jugó en esta situación.
Atrapado durante más de dos días
Habkouk estaba con su buen amigo Elias Al-Haddad cuando se produjo el terremoto. Los dos cayeron al suelo y quedaron cubiertos por los escombros.
"Elias Al-Haddad me habló después del accidente y me pidió ayuda, pero yo era incapaz de moverme y ayudar", recuerda Habkouk. "Al cabo de unas seis horas, ya no oía su voz".