VATICANO,
El Papa Francisco promulgó el martes 7 de marzo un nuevo estatuto para el conocido como Banco Vaticano (oficialmente el Instituto para las Obras de Religión, IOR). Sin embargo, se asemeja considerablemente al reglamento aprobado hace más de tres años ad experimentum (a título experimental).
Así pues, este nuevo estatuto supone que el Papa Francisco quedó satisfecho con los resultados del experimento.
La intención es alinear las normas del IOR con la Constitución Apostólica Praedicate Evangelium del año pasado, que regula el funcionamiento de los dicasterios y entidades de la Curia.
El nuevo estatuto incluye algunos ajustes menores, como la redefinición de algunos de los cargos del Instituto. Sin embargo, también deja sin abordar ciertas cuestiones críticas.
La historia del IOR comienza en 1942, cuando Pío XI erigió el Instituto para las Obras de Religión en la Ciudad del Vaticano, absorbiendo en él la existente Administración para las Obras de Religión.
El propio Pío XI aprobó el estatuto del IOR el 17 de marzo de 1941. Antes del estatuto experimental de 2019, el IOR estaba regulado por un quirógrafo (carta papal) de 1990 de San Juan Pablo II.