La Iglesia en Uruguay ultima detalles para la beatificación de su primer obispo

Para empezar, informó que ya fue realizado el reconocimiento canónico de los restos mortales de Mons. Jacinto Vera, los mismos que son considerados reliquias de primer grado. Además, el Cardenal Sturla compartió algunas imágenes del momento de la apertura de la tumba del futuro beato, efectuada por primera vez desde 1883, poco después de su muerte.

Al referirse a la figura del primer obispo del país, afirmó que "hay un antes y un después en la historia de la Iglesia en Uruguay ligada a la figura de Jacinto Vera", y aseguró que su beatificación ha sido esperada por los católicos por cerca de 140 años.

El 6 de mayo, día en que por fin será elevado a los altares, corresponde a la fecha de aniversario de su fallecimiento.

Ese día, la convocatoria es a las 15:00 (hora local), y los festejos comenzarán con la presentación de un espectáculo a cargo del Grupo Texas. A las 15:30 se prevé el rezo de una oración colectiva, y a las 16:00 comenzará la Misa de Beatificación.

Desde la organización detallaron al portal El Observador que, al igual que en los conciertos, se utilizará la Tribuna Olímpica del estadio y la franja de césped que está al frente. La entrada será gratuita.

En el marco de las actividades, a mediados de marzo se llevará a cabo un conversatorio en la Facultad de Teología Mons. Mariano Soler, y también se editará un libro sobre el futuro beato, informó El Observador.

Al referirse a la figura del próximo beato, el Cardenal Sturla afirmó en la conferencia de prensa que su elevación a los altares es un reconocimiento merecido por varios aspectos de su vida.

En ese sentido, destacó la gran humildad de Mons. Vera y su cercanía a los más necesitados: "Fue un gran amigo de los pobres. Tenía una predilección por quienes más lo necesitaban".

Asimismo, recordó su faceta misionera, pues "recorrió miles y miles de kilómetros para llevar la Palabra del Evangelio", y también "fue un obispo gaucho que tenía una cercanía con la gente".

"Fue un hombre que trabajó por la paz y el entendimiento entre los uruguayos. Le tocó vivir una época de enfrentamientos durísimos", añadió. 

El milagro que llevará a Mons. Jacinto Vera a los altares es la curación, en 1936, de Carmen Artagaveytia, una joven de 14 años que padecía una infección luego de una cirugía de apendicitis.

Un tío de la joven le llevó una estampita con una reliquia del obispo, que fue colocada sobre la herida y se rezó por la intercesión de Mons. Vera.

La Conferencia Episcopal del Uruguay relató: "Esa misma noche cesan los dolores, se acaba la fiebre y a la mañana siguiente la niña se sentía completamente bien. La curación fue rápida y completa, científicamente inexplicable, comprobada por su padre y por el médico que la atendía. María del Carmen Artagaveytia vivió hasta los 89 años, falleciendo en 2010".

El caso se encontraba en estudio del Vaticano desde 2017, y se aprobó en diciembre de 2022.