Los obispos de Portugal comenzaron el viernes a tomar medidas concretas para responder a un informe de investigación que el mes pasado estimó en más de cuatro mil niños los que han sido víctimas de abuso sexual dentro de la Iglesia Católica, desde la década de 1950.
Reunida en asamblea plenaria en Fátima, la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) anunció la creación de comisiones diocesanas de laicos y un memorial para las víctimas que se inaugurará durante la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), que tendrá lugar en Lisboa del 1 al 6 de agosto, entre otras medidas.
"Reiteramos nuestro profundo agradecimiento a todas las víctimas que han dado su testimonio durante el último año. Sin ustedes, no hubiera sido posible llegar hasta hoy. Gracias", manifestó el P. Manuel Barbosa, vocero del Episcopado.
"También queremos dejar una palabra de ánimo a todas las víctimas que aún albergan el dolor en lo más profundo de su corazón", añadió, y anunció que se creará un "grupo específico" que seguirá el modelo de la comisión independiente que el 13 de febrero publicó el informe sobre los abusos cometidos por miembros de la Iglesia en Portugal.
Los obispos también decidieron que las comisiones diocesanas ya creadas sean ahora "compuestas únicamente por laicos competentes en las más diversas áreas de actividad, con la posibilidad de contar con un asistente eclesiástico".
Otra iniciativa anunciada fue la creación de un memorial para las víctimas de abuso. Después de la JMJ, el monumento será trasladado a un lugar fuera de la sede del Episcopado.