Los obispos de México condenaron "rotundamente" la violenta irrupción de la policía municipal de Ciudad Juárez en la Catedral local con el objetivo de arrestar a un grupo de migrantes.
Desde hace tiempo la Catedral de Ciudad Juárez es uno de los lugares donde se acoge a migrantes, teniendo en cuenta su ubicación cercana a la frontera con Estados Unidos.
Entre las personas acogidas, hay quienes están a la espera de una cita para regularizar su situación migratoria en México o quienes buscan llegar a Estados Unidos porque no ven futuro en su país de origen.
En un comunicado publicado el 2 de marzo, la Dimensión Episcopal de la Pastoral de la Movilidad Humana de la Conferencia del Episcopado Mexicano denunció que, el día anterior, la policía había irrumpido en la Catedral "utilizando la violencia y transgrediendo la integridad física y psicológica de las personas", dejando al menos un herido.
Asimismo, condenó "rotundamente este tipo de hechos en donde se actúa de forma arbitraria y sin apego a protocolos legales, violentando los derechos humanos de las personas".
Ante lo ocurrido, el área episcopal adelantó que presentará "las denuncias correspondientes ante las autoridades competentes y contra quien resulte responsable".