Asteroide recibe el nombre de un Papa

Según indicó la Specola Vaticana, más de treinta asteroides llevan nombres de jesuitas. Algunos de ellos vivieron hace siglos, como el P. Giovanni Battista Riccioli, que desarrolló el sistema de nomenclatura lunar que aún se utiliza en la actualidad.

La asignación de un nombre concreto a un asteroide (también conocido planeta menor), se produce a través de un proceso que, en algunos casos, puede durar incluso décadas. 

Cuando se descubre un nuevo planeta menor, se le da una designación provisional, basada en su fecha de descubrimiento, como por ejemplo "2002 LM60". 

Más tarde, cuando la órbita del objeto se determina lo suficientemente bien como para poder predecir su posición de forma fiable, recibe un número de designación permanente, emitido desde la Unión Astronómica Internacional (UAI). 

A partir de ese momento, se invita a su descubridor a sugerir un nombre para él. No se admiten nombres de mascotas o de carácter comercial. 

Además, los nombres de personas o acontecimientos conocidos principalmente por sus actividades políticas o militares no pueden utilizarse hasta cien años después de la muerte de la persona o del acontecimiento. 

Los derechos de denominación no pueden comprarse, y los nombres propuestos son juzgados por el Grupo de trabajo de la Unión Astronómica Internacional para el nombre de las estrellas (WGSBN), compuesto por quince astrónomos profesionales de todo el mundo.

Las búsquedas automatizadas han descubierto miles de asteroides, por lo que el WGSBN se ha visto obligado a limitar el número de los que reciben nombres formales. Por lo tanto, la mayoría de los asteroides sólo reciben una designación numérica.