REDACCION CENTRAL,
El Obispo Auxiliar de Los Ángeles (Estados Unidos), Mons. David O'Connell, asesinado a disparos el último sábado, es recordado por sus hermanos en el episcopado y por su comunidad como un hombre que dedicó su vida a los inmigrantes, pobres y víctimas de la violencia.
Por su gran labor pastoral para afrontar estos desafíos es que lo apodaron "el pacificador".
A Mons. O'Connell, de 69 años, lo mataron el sábado 18 de febrero en una casa parroquial de la Arquidiócesis de Los Ángeles, en el área de Hacienda Heights, ubicada a 30 kilómetros al este de la ciudad.
Este lunes 20, un sospechoso fue arrestado por la policía, un día después de que se informara que el caso está siendo investigado como un homicidio. El Prelado había sido encontrado sobre el piso con una herida de bala en el torso.
Robert G. Luna, alguacil del condado de Los Ángeles, dijo que su "corazón se encuentra afligido" tras la muerte de Mons. O'Connell.
"Él sirvió amorosamente como sacerdote y obispo en el condado de Los Ángeles durante 45 años. Era un pacificador y le apasionaba servir a los necesitados mientras mejoraba nuestra comunidad", escribió en redes sociales.